Desde niño, Héctor Herrera sintió fascinación por los perros. “Me intrigaba cómo podían entenderte o cómo lograbas comunicarte con ellos para que realizaran ciertas actividades”, recordó. Esa inquietud lo llevó a experimentar con video tutoriales y libros hasta que, 10 años después, decidió dar un paso profesional: certificarse como entrenador.
Actualmente, Héctor y su fiel compañera Raxa forman parte del curso de adiestramiento canino del Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Puebla (ICATEP) en Amozoc, junto a otros 17 alumnos que buscan fortalecer el vínculo con sus mascotas.
“El primer ejercicio fue enseñarle a sentarse y eso me atrapó. Ahora estoy en certificación para poder dedicarme de manera profesional”, compartió.
El curso no solo consiste en comandos básicos, sino en generar confianza, respeto y comunicación entre humanos y perros. Luis, otro de los participantes, llegó con más de una década de experiencia en adiestramiento de perros policiales, pero reconoce que el verdadero secreto no está en la técnica, sino en el vínculo:
“Hay que convivir mucho con el perro para generar confianza. Se requiere disciplina, dedicación, paciencia y mucha comunicación”, señaló.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 70.98% de los hogares en México tiene al menos una mascota, y de ellas, 43.8 millones son perros. Sin embargo, pocos reciben un adiestramiento formal.
En espacios como el ICATEP Unidad Amozoc, la enseñanza va más allá de una certificación: el humano aprende a guiar y el perro a confiar. Porque, más allá de las órdenes, lo que se construye es una amistad para toda la vida.